La familia dominicana de Filipinas celebrará, el próximo 3 de diciembre, un día de ayuno y oración por la paz en el país a causa del creciente número de muertes relacionadas con la guerra del gobierno contra las drogas. El ayuno se llevará a cabo el primer domingo de Adviento, como respuesta a «los desafíos contra el valor y la dignidad de la vida humana».

Según el presidente de la Familia Dominicana en la Fundación de Filipinas, padre Napoleón Sipalay, el día también es una oportunidad para intensificar la caridad hacia las familias de las víctimas de asesinatos extrajudiciales. «La intención es ahorrar la cantidad que podríamos reunir en ese día de ayuno de diferentes comunidades de la familia dominicana para las familias de las víctimas de asesinatos extrajudiciales».

Los dominicanos expresaron anteriormente su preocupación por la situación de los derechos humanos en el país, ya que el gobierno se negó a frenar su implacable represión del tráfico ilegal de drogas. Incluso el padre Mike Deeb, delegado de la Orden Dominicana ante las Naciones Unidas, manifestó que el abuso de drogas es un gran motivo de preocupación en la ONU, pero destacó que los homicidios no resolverán el problema.

Por su parte, el padre Sipalay añadía sobre el problema de los asesinatos de drogas, que él espera que esta actividad toque las vidas de otras personas. «Lo que estamos intentando es concienciar a los muchos miembros de la familia dominicana para hacer algo concreto», dijo.

La Iglesia católica y numerosas asociaciones, como Amnistía Internacional, han condenado los asesinatos de pequeños traficantes de drogas, que están teniendo lugar en Filipinas, supuestamente a manos de fuerzas del orden público.