El cardenal Peter Turkson preside el Departamento de Desarrollo Humano Integral, que vela por los más desfavorecidos. En las páginas de este libro afronta el grave problema de la corrupción, enmarcándolo desde la perspectiva del cristianismo como una realidad que encaja perfectamente en la vida cotidiana y debe orientarse a la reforma social, pero con el componente de la fe, que amplía el horizonte de acción.
La corrupción impide a la persona progresar, provocando una sociedad más injusta. Por esta razón, la lucha contra la corrupción no puede limitarse a las leyes, sino que debe apuntar al desarrollo de una cultura que contenga anticuerpos contra una enfermedad a la que todos estamos expuestos, especialmente cuando estamos en condiciones de ejercer cualquier forma de poder. Porque a la corrupción nadie es inmune, ni siquiera la Iglesia.
Autores
El cardenal Peter Turkson ha sido arzobispo de Cape Coast y presidente de la Conferencia Episcopal de Ghana. En 2009, tras intervenir como relator en el II Sínodo de los Obispos para África, Benedicto XVI le nombró presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz. Desde 2016, tras su designación por el Papa Francisco, es el primer prefecto del Dicasterio vaticano para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
Vittorio V. Alberti, filósofo, es oficial de la Santa Sede en el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, encargado de temas políticos. Dirige la revista online Sintesi dialettica.