La exposición se ha articulado en dos ejes discursivos. El primero se encuentra en la misma sala de exposiciones, en la que el visitante se encontrará con pequeñas explicaciones de las actividades de «ak benn». Todo impreso y presentado en papel y cartón reciclado. Esto acerca a una de las vías de trabajo, el reciclaje y el aprovechamiento de materiales. Las fotografías darán una visión general del discurso «ak benn».
Al fondo de la sala un pequeño espacio cerrado. Para acceder a él, habrá un pequeño paso, de unos 130 cm. A la entrada un texto invita a aproximarse sin estereotipos ni etnocentrismo, ¡bajando la cabeza! En el interior encontramos el diálogo interreligioso. Es una zona que recuerda la capillita de Kër Taizé, un espacio de silencio y oración en el centro de un barrio de mayoría musulmana. Espacio para reflexionar sobre la convivencia y el respeto en la diferencia. El drama del Mediterráneo completa este espacio, con la reflexión de los jóvenes de «ak benn» sobre esta realidad tan cercana para ellos.
El segundo eje discursivo se encontrará en el patio. Un gran mural nos acercará a otro patio, el de Kër Taizé, el lugar donde se encuentran las chicas y chicos del proyecto. Los niños y niñas que acudan a la exposición podrán completar una ballena dibujada en el suelo, a partir de un hueso real del omoplato. Lo harán con cartulinas azules en las que habrán escrito mensajes.