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Jueves, 12 enero 2017 14:17

La contradicción India: leyes anticonversión contra su misma Constitución

En esta ocasión el foco de las cámaras de Tras las Huellas del Nazareno se dirige hacia la India, ese gigantesco y contradictorio país del sur de Asia. A pesar del respaldo de la Constitución que asegura, según el artículo número 25, que la India es un país laico que permite la práctica y propagación de todas las religiones, el cristianismo es sistemáticamente perseguido y discriminado. Seis de las 29 provincias que componen la nación india, han promulgado leyes contra la conversión a otras religiones, leyes que atentan no solo contra la Constitución india, sino contra la misma Declaración Universal de los Derechos Humanos en su artículo número 18.

Tenemos en Tras las Huellas del Nazareno a dos sacerdotes indios: el P. Santosh Kumar Digal, que en su puesto de secretario y portavoz de la Conferencia Episcopal India ha tenido que dar voz y defender a la Iglesia -una y otra vez- ante el gobierno y las asociaciones civiles, y el P. Mrutyunjaya Digal, ecónomo y responsable de los proyectos pastorales y sociales de la Archidiócesis de Cuttack-Bhubaneswar, en la provincia de Orissa. De su mano y gracias a su privilegiado testimonio, conoceremos la difícil situación del cristianismo en la multicultural India, la tremenda prueba sufrida en el año 2008 –el mayor ataque sufrido por los cristianos indios a manos de radicales hindúes- y las consecuencias de esos ataques, la situación de especial discriminación de la mujer india, el sistema de castas que sigue ejerciendo su yugo opresor... Pero conoceremos también la fe de los cristianos indios, que crece con el sufrimiento.

India: multiculturalidad selectiva

El P. Santosh comienza explicándonos cómo es la India: «India es un subcontinente muy grande. Tiene varios tipos de culturas, diferentes idiomas, estilos de vida y muchas más cosas. Es también una tierra de contradicciones. Es un país laico que permite la práctica y la propagación de todas las religiones, según los principios del país descritos en el artículo 25 de la Constitución Pero, en realidad, hay ocasiones en que se hace difícil practicar la religión, especialmente para minorías como el Islam y el cristianismo». Y el P. Mrutyunjaya introduce la situación de los cristianos en su país: «La situación de los cristianos en la India es difícil, tanto por razones sociales como políticas. El cristianismo es una religión minoritaria. Hay tan solo un 2.3 por ciento de cristianos. Entre estos, la mayoría son Dalits y cristianos de tribus. En este país, la situación de los Dalits y cristianos de tribu es muy difícil».

Los problemas a los que debe hacer frente a Iglesia Católica en India son fundamentalmente dos: de una parte, un desarrollo del nacionalismo fundamentado en corrientes radicales hindúes; de otra parte, el opresivo sistema de las castas. El P. Mrutyunjaya nos lo explica: «La primera razón es por el escenario político en que nos encontramos. En el centro están ideas muy nacionalistas y esto dificulta el que podamos practicar nuestra fe. El poder escoger y profesar la fe es un derecho, pero la situación actual lo hace difícil, por ideologías como la de: “una sola nación, una sola religión, una sola raza”. Todas las religiones se someten pero nosotros, por causa de esto, tenemos muchos problemas, especialmente por parte de grupos fundamentalistas hindúes. También hay leyes que limitan nuestra libertad religiosa y la libertad de expresión. Concretamente para los cristianos, la ley contra la conversión, en vigor en Orissa y en algunas otros estados y provincias de la India. Esta ley va en contra de la Constitución, y en contra de los Derechos fundamentales de los ciudadanos, especialmente de los Cristianos de la India. Cualquier persona, especialmente si se convierten del Hinduismo al Cristianismo, puede ser castigado por esta ley. Los grupos hindúes fundamentalistas abusan de esta ella y casi siempre la aplican a los Cristianos. Segundo: en la India tenemos el sistema de castas, que es muy opresivo y discriminatorio, de manera especial con respecto a los cristianos Dalits y los de tribus. Por causa de su religión y casta, este grupo de personas sufren discriminación social, de personas de la india y de la misma ley».

Cristianismo: Minoría maltratada

Los cristianos indios han sufrido a manos de la mayoría hindú desde hace siglos, pero la provincia de Orissa, en concreto, ha visto recrudecerse la persecución en los últimos cuarenta años. El momento más duro fue el año 2008: un hindú fue asesinado, y aunque el grupo Myrist reivindicó la autoría del crimen, los cristianos de Orissa fueron acusados de haber realizado ese homicidio. El objetivo de esa acusación era justificar un violentísimo ataque de los hindúes contra la población cristiana. Grandes grupos de hindúes atacaron a enteros pueblos cristianos, golpeándoles, insultándoles y matándoles. Quemaron casas, iglesias y cualquier institución propiedad de los cristianos. Fueron incendiadas 6.500 casas, destruidas 395 iglesias, propiedades valoradas en millones de dólares fueron saqueadas y quemadas por estos grupos radicales hindúes. 56.000 cristianos perdieron sus casas y tuvieron que huir a los bosques para salvar la vida. El gobierno tuvo que habilitar campos de refugiados para ellos. Más de 100 personas, incluyendo un sacerdote, fueron asesinadas por negarse a convertirse al hinduismo. Un número incontable de mujeres, incluso religiosas, violadas. Más de 10.000 estudiantes tuvieron que abandonar sus estudios a causa de la persecución anticristiana. Las consecuencias a nivel social, económico e incluso psicológico sobre los cristianos, fueron dolorosísimas. El P. Mrutyunjaya explica: «Todo esto nos ha retrasado más de cincuenta años, provocando una gran pobreza económica. Tenemos que hacer frente a grandes retos. En primer lugar, tenemos que trabajar para dar alivio a la gente, trabajar por su sustento, trabajar por la justicia, la educación de los niños, por las mujeres empobrecidas y por muchas otras cosas. Es una alegría poder transmitiros que, con la ayuda de organizaciones nacionales e internacionales, y con la colaboración de muchas personas de buena voluntad, en Orissa hemos podido ayudar a la gente a reconstruir su fe y sus hogares, ayudarles empezar sus vidas de nuevo. Ayuda a la Iglesia Necesitada y Manos unidas nos han ayudado de muchas maneras a reedificar la fe de nuestro pueblo. Todo esto ayuda a afianzar la esperanza y la valentía de nuestro pueblo. Y también nos transmite el mensaje de que, en los momentos difíciles, no estamos solos. Hay muchas personas de fe y buena voluntad que son muy solidarios con nosotros, apoyándonos con sus ayudas y oraciones. Esto nos da valor para vivir la fe a pesar de las dificultades que se enfrentan cada día». Pero hay que entender que, la persecución contra los cristianos, no terminó en 2008. Sigue hablando el P. Mrutyunjaya: «Seguimos sufriendo de distintas maneras. Como dije, por razones políticas, sociales, y por otras muchas causas».

La Iglesia en la India está comprometida la defensa de las castas inferiores, en la lucha porque sean respetados sus derechos y que sean tratados con la dignidad que merecen. Solo esto, es ya considerado por el gobierno y parte de la población como una amenaza. Además está el tema de la defesa de la dignidad de la mujer: «La situación de las mujeres, especialmente las de las tribus y las Dalits es también muy complicada. El estatus de la mujer no es como en Europa. En nuestra sociedad están vistas como ciudadanos de segunda clase. Y su libertad es muy limitada. No reciben suficiente educación para poder reconocer su propia dignidad. También es responsabilidad de la Iglesia el trabajar por la causa de la mujer». El P. Mrutyunjaya puntualiza: «Muchos de los hindúes tratan bien a los cristianos. Son unos pocos grupos radicales los que crean problemas y persecuciones por razones políticas y sociales».

Leyes anti-conversión

En la India se está dando una situación que atenta no solo contra la Constitución India, sino incluso contra los mismos Derechos Universales del Hombre: se trata de la promulgación de leyes anticonversión por parte de algunas provincias, leyes que se aplican con especial severidad cuando un hindú quiere convertirse al cristianismo. A causa de esta ley, se vigila con sospecha no solo la actividad evangelizadora de la Iglesia, sino incluso su amor por los pobres, que se ha usado como motivo de persecución contra la Iglesia, que se ha visto castigada por dar de comer a los hambrientos. El P. Santosh explica: «Hay seis provincias que han promulgado una ley contra la conversión a otras religiones. Nuestra provincia, Orissa, fue la primera en poner en práctica esta ley. Esta ley prohíbe que personas de otras religiones se conviertan al cristianismo. Es un asunto muy delicado. Nosotros hemos reclamado, hemos apelado... Pero nuestros esfuerzos no han obtenido ningún resultado. Esta ley se aplica solo a los cristianos, lo que no debe ser. Eso también va en contra de la Constitución, que dice que todos son libres para practicar y promover su fe, por eso esta otra ley no debería existir para nada». Y sigue diciendo: «Hay el riesgo de encarcelamiento, tanto para la persona que se convierte como para la que le ha ayudado convertirse. Ambos pueden recibir el castigo. Según esta ley, una persona de otra religión que quiera profesar la fe cristiana, necesita el permiso del gobierno. Esto va en contra de su conciencia, y también contra la constitución. Desafortunadamente, ha habido una aplicación muy parcial de la ley».

Todo esto ha afectado profundamente a la población cristiana, incluso a nivel psicológico. No es para menos: vieron arder las casas que habían construido con sus propias manos, vieron matar brutalmente a las personas que más querían. Y vieron también, entre las llamas, las Iglesias, que son el signo de su vida. Pero a pesar del sufrimiento, se negaron a renunciar a su fe. El P. Santosh nos los confirma: «Te puedo decir que hubo un caso donde, a una persona, le preguntaron si quería renunciar a su fe o no. Y le decían: “Si renuncias, salvas tu vida, si no te aniquilamos”. Como no quiso negar su fe, le cortaron en tres trozos delante de su esposa, de sus niños y familiares. Fue una experiencia horrible. Ha sido un trauma para su familia. A otro le hicieron la misma pregunta, si iba a negar de Cristo y, como no cedió, le quemaron vivo y le aplastaron la cabeza con una piedra. Como estos que cuento, hay un gran número de casos que ha impactado a los cristianos. Aún así, estas situaciones les han hecho más fuertes en su fe, y muy valientes. Dicen: “Yo, como cristiano, debo vivir mi fe con más libertad y con valentía”».

La persecución y la dificultad real para predicar el Evangelio no acobarda a la Iglesia India. El P. Mrutyunjaya afirma: «Debido al contexto en que vivimos nos enfrentamos con muchos desafíos, pero creo que la fe crece con el sufrimiento. La historia de la Iglesia nos dice que la sangre de los mártires es la semilla del cristianismo. Constatamos ahora que mucha más gente viene a la iglesia y practica su fe. Hay además un aumento de vocaciones». El P. Mrutyunjaya reflexiona sobre el bien que la persecución ha hecho a la fe: «La primera experiencia que tuve fue ver crecer la fe de nuestra gente en Jesucristo. Perdieron sus propiedades, sus casas y a sus seres más queridos, pero a una sola voz dijeron: “Si vivo, solo vivo por Cristo, si muero, muero por Cristo”. Los grupos radicales nos han hecho tanto daño, pero no pueden separarnos del amor de Dios. Y esa ha sido la expresión de su fuerte fe en el Señor. Han entendido su fe de una manera más profunda, y así pueden enfrentarse con estos retos contra la fe. Segunda cosa que me ha impresionado: El poder de Dios para perdonar a estos radicales. Los cristianos fueron capaces de perdonarles, y esto les ayuda también a reconciliarse con los otros grupos. De esta manera, tienen la alegría de vivir su fe cada día en medio de estos desafíos».

Antes de terminar la entrevista (en la que tratan otros muchos aspectos), el P. Mrutyunjaya tiene algo que pedirnos: «Quiero decir a los que me están viendo que cuenten lo que han escuchado a las personas más queridas por ellos y a todos. Para que se dé a conocer la persecución cristiana, y así se cree solidaridad. Esta cooperación a la difusión nos unirá, no sólo en la fe, sino también en la solidaridad. Y este hecho será una verdadera manifestación de la fe cristiana. Porque todos nosotros, aunque seamos de otras partes de fuera de la India, pertenecemos al Señor. Y nos da una oportunidad de estar unidos en la fe y de trabajar por una causa común».

La entrevista se puede ver en este enlace