El obispo de la diócesis de Piedras Negras, a la que pertenece la Ciudad Acuña, Coahuila (México), Mons. Alonso Gerardo Garza Trevino, después del desastre causado por el tornado que ha devastado Ciudad Acuña el 25 de mayo, ha invitado a la Iglesia Católica a una total movilidad para hacer frente a la emergencia. En un comunicado dirigido a los sacerdotes y a los fieles de la diócesis y de todo el norte de México, y recibido en la Agencia Fides, ha pedido “a todos elevar plegarias al Dador de todo bien, a favor de las personas damnificadas” y ha exhortado a “brindar ayuda material a los damnificados”.

El obispo ha establecido que todos los templos católicos de la diócesis de Piedras Negras se conviertan en centros de recogida y de coordinación de las ayudas para los sin techo.

Hay 14 muertos y el número de casas que han reportado daños significativos o que están completamente destruidas sigue aumentando. La zona carece de agua y otras necesidades básicas. La velocidad y la fuerza del fenómeno es impresionante, en tan sólo seis segundos ha causado un daño tan enorme. (CE)