Al final de la Audiencia General en el Aula Pablo VI del Vaticano, el Papa Francisco recordó que el 8 de febrero se celebra la Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata y exigió el fin de esta «plaga vergonzosa».
«Teniendo pocas posibilidades de canales regulares, muchos inmigrantes deciden aventurarse por otras vías, donde a menudo se encuentran con abusos de todo tipo, explotación y la esclavitud», explicó al tomar la palabra.
El Papa recordó entonces que «las organizaciones criminales, dedicadas a la trata de personas, usan estas rutas migratorias para esconder a las propias víctimas entre los migrantes y los prófugos».
«Invito a todos los ciudadanos y las instituciones a unir fuerzas para prevenir la trata y garantizar la protección y asistencia a las víctimas».
Francisco concluyó este llamado pidiendo a Dios que «convierta el corazón de los traficantes y de esperanza de volver a alcanzar la libertad a todos los que sufren por esta plaga vergonzosa».