En su carta, monseñor Barrio añadía que «la Jornada Mundial de la Vida Consagrada nos invita a todos los diocesanos a dar gracias por este don de Dios a la Iglesia con el que nos vemos enriquecidos a través de vuestros carismas, sabiendo que no es fruto de vuestro voluntarismo sino que es gracia de Dios. Nos ayuda también a conoceros mejor y a quereros por lo que sois y significáis en la comunidad eclesial».
El arzobispo presidirá también mañana, en la catedral de Santiago, la Eucaristía de las 19:30 horas, para celebrar con todos los diocesanos que deseen acudir la fiesta de la Presentación del Señor.