Mons. Eusebio Hernández Sola, Obispo de Tarazona, escribe a sus fieles diocesanos con motivo de la Jornada del próximo domingo, recordándoles la necesidad de colaborar con los niños y dar ante ellos el testimonio de que también somos generosos y solidarios.
«Celebramos en este domingo la Jornada de la Infancia Misionera. La Infancia Misionera es una de las Obras Misionales Pontificias. La finalidad de estas Obras es crear un espíritu misionero en todos los católicos.
Esta Jornada, también conocida como Santa Infancia, es de todas ellas una Obra que destina todos sus esfuerzos a los niños y un aspecto original de esta empresa es hacer que los niños sean sus verdaderos protagonistas. Es decir, es un día en el que todos, también nosotros los adultos, nos debemos sentir implicados, con nuestra oración, nuestra solidaridad y aportación económica; pero son los niños de nuestras parroquias y colegios los grandes protagonistas y autores de todas las iniciativas de este día.
En efecto, sé que el Secretariado Diocesano de Misiones ha distribuido en todas las parroquias y colegios, materiales para que en la catequesis y clases de religión, los niños tomen conciencia, ya desde pequeños, que todo bautizado es misionero; misionero entre los demás amigos y compañeros pero también con una proyección universal y que se preocupa para que Jesucristo sea conocido y amado por otros niños de otros países que todavía no lo conocen.
Entre todos los materiales se entregó a los niños, en las vísperas de la Navidad, una hucha para que la coloreen y la monten y, desde entonces hasta la celebración de este día, estuviera en casa para invitar a todos a la generosidad y a la solidaridad. De una forma sencilla pienso que es una manera de educar en los valores cristianos y misioneros de los niños y de toda la familia.
Es también un pequeño pero elocuente gesto que en sí mismo evangeliza. Los niños de nuestras parroquias, preocupándose por los niños que viven en países de misión con sus huchas, a la vez se convierten en pequeños misioneros de sus mismas familias. Sin duda que, cuando han pedido colaboración a los familiares que han visitado sus casas, les han tenido que explicar, a su manera, que pedían para las misiones y para que otros niños conocieran a Jesucristo.
Este año la Jornada quiere cultivar en los niños el espíritu de agradecimiento: Un niño misionero siempre dice ¡gracias!, es el lema de este año. Gracias que damos a Dios porque nos ha elegido y llamado, gracias por los padres y la familia, gracias por todo lo bueno que recibimos.
Hoy con los niños de nuestras parroquias queremos dar gracias a Dios en la Misa porque sus familias se preocupan de su educación cristiana y porque son muchos los que vienen a nuestras parroquias para participar en la catequesis.
Nosotros los mayores también hoy estamos llamados a colaborar con los niños y dar ante ellos el testimonio de que también somos generosos y solidarios. En este Año Jubilar de la Misericordia es una forma de cultivar y vivir las obras de misericordia. Con todo afecto os saludo y bendigo».