La Delegación de Misiones de Valencia continua, mes tras mes, orando en los monasterios de la provincia de forma rotativa, agradeciendo a Dios por los hermanos que se entregan al Anuncio del Reino, con alma, vida y corazón; clamando al Dueño de la Mies para que “abra la mente y el corazón” de los que Él llama y den una respuesta generosa y agradecida.
El domingo 13 de diciembre, a las 18,00 h. un nuevo encuentro de oración por las Misiones se llevará a cabo en el monasterio de las Franciscanas Clarisa de Gandía.
El domingo, Solemnidad de Cristo Rey, se reunieron en el monasterio de las Dominicas de Paterna, presidiendo la Oración el delegado de Misiones de Valencia, Arturo García, siendo acogidos por la Comunidad monástica con estas palabras:
“En esta tarde damos la bienvenida a la Delegación misionera de Valencia, que ha querido acudir a nuestra Iglesia y compartir con nosotros esta hora litúrgica en la solemnidad de Cristo Rey. Así también os damos las gracias a cuantos nos acompañáis para orar juntos por las inquietudes, proyectos, logros y retos que actualmente deben afrontar nuestros hermanos misioneros.
Jesucristo el "Enviado del Padre, primer misionero”, nos envía a todos los bautizados en Él, a anunciarle por todo el mundo, para que todos los hombres conozcan y experimenten en su vida que ya están salvados, como dice San Pablo: ‘Así como por la desobediencia de un solo hombre, muchos se constituyeron en pecadores, así, por la obediencia de Uno, muchos se constituyeron en justos.’ Cristo es el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin que nos envía a anunciar Su salvación a todos los hombres, para que todos Le conozcamos, Le amemos, Le alabemos, Le bendigamos y Le anunciemos con nuestra vida y con nuestra palabra. Porque la alabanza y la bendición vitalizan la vida del enviado, del misionero, ya que le hace descubrir la meta hacia donde debe dirigir su alma. Hermanos, celebremos estas Vísperas con el gran gozo de tener a Cristo como testigo de la Verdad que nos guía hacia el Padre, y nos invita a Alabarle, Bendecirle y Predicarle.
La Alabanza, la Adoración y el Silencio hicieron fecunda la Oración Vocacional ante el Santísimo expuesto. Oremos sin desfallecer. Oremos por ellos para que sean santos y para que aumente su número”.