El nuncio apostólico en España, monseñor Renzo Fratini, ha dirigido esta mañana unas palabras de saludo a los obispos españoles reunidos en la CVIII Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, que se celebra en la sede de la CEE del 21 al 25 de noviembre.
En ellas, ha señalado que «al considerar los temas a tratar» en esta Plenaria, «he comprobado con gusto la oportunidad y acierto de incluir en el programa tres puntos de vital importancia. Se trata de la reflexión sobre la situación del clero en España, la urgencia de una pastoral vocacional y también, de la pastoral de la familia observando las pautas de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia».
«En este tiempo de cambio profundo y continuado en la sociedad española, urge fomentar las vocaciones al presbiterado y cuidar a los sacerdotes de forma especial. Todo sacerdote es un don de Dios para su Iglesia a la que ama y edifica con la entrega de sus ministros. Asimismo, en los sacerdotes conviene despertar, no solo el amor a la diócesis, sino la disponibilidad generosa para la vida de la Iglesia, particularmente allí donde exista más necesidad, mirando el bien de las almas».
«Otro punto del programa en conexión, en cierto modo, con el anterior, es la reflexión en torno a la importancia de la dirección espiritual en la formación integral de los candidatos al sacerdocio. Se trata de un ministerio eclesial trascendental y de un apoyo para el propio candidato, cuya inclinación vocacional exige un discernimiento. El director espiritual es un testigo directo de la obra de la gracia en el alma, de la semilla de la vocación que el Señor ha puesto con su mirada. Pero al director espiritual no solo le compete ayudar a resolver conflictos personales y a discernir. Además le corresponde cultivar gradualmente actitudes de vida que, desde el seminario, sirven de pauta a lo largo de la vida en el sagrado ministerio. Se trata en concreto del sentido del servicio y de la gratuidad. Ambas actitudes, propias de un ánimo en “salida”, son imprescindibles para poder conocer a la gente. Solo cuando las personas son bien comprendidas, pueden ser ayudadas más eficazmente».
Monseñor Fratini ha apuntado que, «por lo general, las vocaciones salen de las buenas familias. La importancia de la familia en el desarrollo humano y cristiano de la persona es incuestionable». «La ayuda que podemos dar a los jóvenes de cara a formar una nueva familia incluye el empeño de prepararlos, “desde muy lejos”, en el noviazgo, para que comprendan lo que significa el matrimonio y asuman realmente lo que prometen “tomando conciencia de que es para siempre”». «Y, por encima de todo, la pastoral familiar debe seguir proponiendo a Jesucristo».
Ha concluido animando a los obispos españoles «a mantener, con toda fortaleza, el espíritu de concordia y de unidad, propiedad del Colegio Episcopal. En este día de la Presentación de Nuestra Señora en el Templo, en el que recordamos la entrega total que de sí misma hizo al Señor, les aseguro un recuerdo en mi oración por su maternal intercesión suplicándole que sus trabajos redunden para el bien de la Iglesia».
El texto completo de su intervención se puede leer en este enlace.