«Pido la baja. Me quiero ir de este negocio de corrupción que es la iglesia», aseguraba en uno de sus primeros mensajes en Facebook que ya han sido borrados.
En los mensajes de Facebook el sacerdote aseguraba que tan solo había conocido un obispo «bueno», haciendo referencia a monseñor Jesús Murgui, actual obispo de Orihuela-Alicante, mientras que usó calificativos denigrantes para referirse a los demás.
El sacerdote dijo que después de ser dado de «baja» se dedicaría a «oír música, celebrar misa en mi capilla; leer y orar a solas ante mi Dios… tendré más ingresos, pero no tendré que falsificar ingresos para pagar una Iglesia que no es mía».
Ante los casos de pederastia dentro de la Iglesia, el sacerdote aseguraba que había propuesto «la revisión psiquiátrica del clero», y utilizando un lenguaje soez dijo que su propuesta no había sido tenida en cuenta.
«No basta con pedir perdón y avergonzarse si se mantiene las estructuras que continúan permitiendo la pederastia», escribió. Añadió que «el clero de hoy tiene miedo a pasar necesidad, por ello somos capaces de compartir el plato con Satanás».
En declaraciones al diario La Información el sacerdote aseguró que no se arrepentía de todo lo dicho, pero «sí del tono», porque consideró que «ha sido un poco bruto, pero pocas palabras dulces se pueden decir ante unos hechos tan graves».
En declaraciones posteriores aseguró que no existe la «baja» de la Iglesia, sino la «secularización»; y que de no ser un «iluminado», la relación con Cristo pasa «ineludiblemente» por la Iglesia.