«Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras». Así comienza el mensaje del Papa Francisco con motivo de la I Jornada Mundial de los Pobres que se celebra en El Vaticano el próximo domingo, 19 de noviembre. TRECE estará presente en esta cita con la retransmisión de la Eucaristía que tendrá lugar en la Basílica Vaticana a partir de las 10.15H.
Además, un día antes, el espacio ‘Periferias’ presentado por Ana Medina estará dedicado a esta importante jornada con la presencia en plató de Enrique Figaredo, prefecto Apostólico de Battanbang (Camboya).
Figaredo es licenciado en Teología, Económicas y Filosofía. En 1985, se inició como voluntario en los campos de refugiados de Camboya. Regresó a España para completar sus estudios y ser ordenado sacerdote, retornando después al país asiático donde permanece hasta hoy.
Enrique Figaredo ha dedicado su vida a ayudar a los más desfavorecidos y luchar contra las minas antipersonales. En 1991, puso en marcha ‘La Casa de la Paloma’ (Banteay Prieb), donde se imparte educación y formación a los niños mutilados por las explosiones, y donde ha desarrollado talleres para que los propios mutilados construyan sillas de ruedas siguiendo el modelo Mekong, una silla de madera que lleva tres ruedas. El sacerdote jesuita colabora con distintas entidades y ha emprendido una campaña contra las bombas de racimo. Hoy la labor de la Prefectura alcanza a 300 mil beneficiarios en Camboya.
El origen de la Jornada Mundial de los Pobres
Esta cita fue instaurada hace un año, días antes de la clausura del Año Jubilar de a Misericordia cuando el Pontífice celebrara el Jubileo de los sin techo. El Papa afirmó entonces que le gustaría instaurar ese día como ‘Jornada de los Pobres’ y así se ha establecido.
«Es para preocuparse, cuando se adormece la conciencia y no se presta atención al hermano que sufre junto a nosotros o a los graves problemas del mundo(…) Pidamos la gracia de no apartar los ojos de Dios que nos mira y del prójimo que nos cuestiona, especialmente al hermano olvidado y excluido, al Lázaro que yace delante de nuestra puerta. Hacia allí se dirige la lente de la Iglesia.… A la luz de estas reflexiones, quisiera que hoy fuera la «Jornada de los pobres», afirmaba el Papa Francisco el 13 de noviembre de 2016.
Un almuerzo con miles de personas en situación de exclusión
Tras la celebración de la Eucaristía, el Santo Padre se reunirá para almorzar con 1.500 personas en situación de exclusión que compartirán con él la comida en el Aula Pablo VI. Además, otras 2.500 personas serán recibidas en diferentes colegios y seminarios de Roma para participar en el almuerzo.
El menú consistirá en comida tradicional italiana y la banda de la Gendarmería Vaticana y el coro ‘Le Dolci Note’ animarán la esta cita. En la organización de la Jornada han participado diversas entidades como Cáritas, la Comunidad de Sant’Egidio o la Orden de Malta y es una muestra más del deseo del Pontífice de sensibilizar a la sociedad sobre la situación de abandono y exclusión que sufren muchas personas.
«No pensemos solo en los pobres como los destinatarios de una buena obra de voluntariado para hacer una vez a la semana, y menos aún de gestos improvisados de buena voluntad para tranquilizar la conciencia. Estas experiencias, aunque son válidas y útiles para sensibilizarnos acerca de las necesidades de muchos hermanos y de las injusticias que a menudo las provocan, deberían introducirnos a un verdadero encuentro con los pobres y dar lugar a un compartir que se convierta en un estilo de vida», afirma el Papa en su mensaje que concluye así «los pobres no son un problema, sino un recurso al cual acudir para acoger y vivir la esencia del Evangelio».