El mismo día en el que el Papa Francisco recibió en audiencia en el Vaticano a Theophilos III, Patriarca Greco Ortodoxo de Jerusalén, mantuvo también un breve encuentro con una delegación de la Universidad de Tel Aviv.
El Papa se refirió a la educación como «una de las tareas más importantes y delicadas, porque quiere formar a la persona en su plenitud».
Y para ello, «son necesarias experimentadas habilidades profesionales y técnicas, pero también empatía y sensibilidad humana, en orden a estimular un diálogo sincero con los estudiantes y favorecer su formación, tanto como persona como en el futuro profesional en sus respectivas áreas de estudio».
«Ciencia y conocimiento deben caminar juntos», afirmó. «La sabiduría, entendida en sentido bíblico, permite ir más allá de las realidades empíricas para descubrir el significado final».
También dijo que la universidad «está llamada a educar a una cultura del conocimiento, capaz de armonizar el enfoque técnico y científico con el humanístico».
Francisco opinó que «tenemos necesidades de modos adecuados para formar líderes capaces de abrir nuevas vías para responder a la necesidad de las generaciones actuales sin comprometer a las futuras».