El Papa Francisco ordenó detener el papamóvil abierto en el que se desplazaba por las calles de Iquique, en Chile, para asistir a una mujer policía que se cayó del caballo en el que estaba montada.
Después de celebrar una multitudinaria Misa, el Papa Francisco se dirigía por las calles de la ciudad chilena. A su paso, una mujer policía, de nombre Ana Belén Aguilera Casas, cayó del caballo en el que estaba montada y que se descontroló cuando pasaba el papamóvil, con el que chocó.
La mujer, perteneciente al cuerpo de Carabineros, fue socorrida por varios de sus colegas y también por el Santo Padre, quien ordenó detener su vehículo.
Acompañado por varias personas de su comitiva, como los miembros de su seguridad personal, el Pontífice se acercó a la mujer accidentada.
De inmediato, y tras ver el accidente, llegó una ambulancia para atender a la mujer.