Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) presentó recientemente en Roma (Italia) el documento titulado ‘Perseguidos y olvidados. Informe sobre los Cristianos oprimidos por su fe entre 2015 y 2017’, que revela un incremento de la persecución religiosa en los últimos años.
Según precisan, en el periodo examinado (agosto 2015 y julio 2017) los cristianos han sido víctimas del fundamentalismo, nacionalismo religioso y de regímenes totalitarios.
Este estudio examina a fondo la realidad de algunos países en los que la ausencia de la libertad religiosa de los cristianos es más intensa; a diferencia de otros informes realizados también por ACN pero con una visión global.
Los países analizados fueron Irak, Siria, Egipto, Nigeria, India, Pakistán, China, Corea del Norte, Eritrea, Turquía, Arabia Saudí, Irán y Sudán.
A pesar de que en el informe anterior (2013-2015) ya se había registrado un empeoramiento de la situación, en este documento se demuestra que la violencia contra los cristianos se ha incrementado todavía más.
«Entre el 2015 y 2017, los cristianos han sufrido crímenes contra la humanidad: algunos han sido ahorcados o crucificados, algunas mujeres violadas y secuestradas e incluso también han desaparecido para siempre», apuntan.
En una aproximación por países, en Arabia Saudí y Corea del Norte «la situación era tan dramática que no se puede empeorar más», precisan en las conclusiones del informe.
Según apuntan, Corea del Norte es el país en el que se produce «la persecución más despiadada y atrocidades indecibles contra los cristianos como la retirada de alimentos, el aborto forzado».
«También se han registrado casos de fieles atados a cruces y puestos sobre el fuego así como otros aplastados por compresores a vapor», aseguran.
En Oriente Medio, precisan que en Irak el éxodo de cristianos es tan grave que «una de las Iglesias más antiguas del mundo peligra desaparecer en el arco de tres años si no mejora la trágica situación actual».
Ese éxodo de cristianos afecta también a Siria y especialmente a la ciudad de Alepo, en donde antes se situaba la comunidad cristiana más grande de Oriente Medio.
«El ISIS y otros grupos militares islámicos han cometido genocidio contra cristianos en Siria e Irak», aseguran en el informe publicado y denuncian que «en Oriente Medio, los gobiernos occidentales y las Naciones Unidas han fracasado al dar a los cristianos la ayuda de emergencia que necesitaban mientras tenía lugar un genocidio».
Por eso agradecen la acción de organizaciones e instituciones cristianas sin la cual «no se hubieran cubierto esas necesidades y la presencia cristiana habría desaparecido totalmente en Irak, así como en otros países cercanos».