El Papa Francisco ha enviado sus condolencias a monseñor Joseph Anthony Pepe, obispo de Las Vegas, en Estados Unidos, por el terrible tiroteo que en la madrugada de este lunes ha dejado al menos 50 muertos durante un concierto de música Country.
El Santo Padre, a través de un comunicado del Secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, dice sentirse «profundamente entristecido al tener conocimiento del tiroteo en Las Vegas» y asegura «su cercanía espiritual a todos los afectados por esta tragedia sin sentido».
Además, el Papa «elogia los esfuerzos de la policía y del personal de servicio de emergencia y promete oraciones por los heridos y por todos los que han muerto, confiándoles al misericordioso amor de Dios Todopoderoso».
El tiroteo se produjo en un concierto al aire libre en la principal avenida de Las Vegas. El balance de momento es de unos 200 muertos y más de 400 heridos, según informó en rueda de prensa el sheriff Joseph Lombardo.
La policía ha confirmado que el sospechoso, identificado como Stephen Paddock, residente local, de 64 años, disparó desde el piso 32 del hotel y fue abatido después. En su habitación se encontraron numerosas armas.
Por el momento, se desconoce la ideología del autor de la masacre, pero la policía cree que podría no tratarse de un acto terrorista.
El tiroteo es ya el más letal de la historia de Estados Unidos. El segundo más grave tuvo lugar hace poco más de un año, en junio de 2016, cuando 49 personas fueron asesinadas en una discoteca en Orlando, en el estado de Florida.